Durante aproximadamente unos tres años estuve utilizando teléfonos inteligentes Blackberry, me fue bastante bien con ellos, especialmente con el ultimo que tuve. Era un Bold 3, rápido, bonito y eficiente. Pero como ya estaba cansada de estos, por aburrimiento y ganas de explorar algo nuevo, decidí comprarme otro smartphone.
Las opciones eran un iPhone o un Android, y debido a que la primera opción posee un precio elevado para mi presupuesto y que además los Androids siempre llamaron más mi atención, me decidí por el segundo. Y vaya decepción que me e llevado.
Para conocer mi tragica historia (exagero) sigue leyendo...